La epidemia en México, expectativas y realidades

Curso general de la epidemia. Perspectiva desde los casos reportados en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica

Pruebas analizadas y casos de COVID-19 reportados en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica

Fuente: Secretaría de Salud, Sistema de Vigilancia Epidemiológica. Promedios móviles de siete días.

Porcentaje de positividad, hospitalización y letalidad por COVID-19en México (eje izquierdo, líneas) y número de muertes confirmadas (eje derecho, área)

Fuente: Secretaría de Salud, Sistema de Vigilancia Epidemiológica. Promedios móviles de siete días. Las fechas en el eje horizontal marcan el punto máximo de mortalidad en cada ola, según la fecha de ingreso de los pacientes a la unidad de atención.

Pruebas reportadas por cada mil habitantes, acumuladas al 31 de diciembre de 2021 versus tasa promedio de letalidad para casos reportados esa fecha

Fuente: Cálculos propios con base en datos de Our World in Data y el tablero de COVID-19 de la OMS. El eje vertical muestra la tasa de letalidad promedio (muertes reportadas entre casos reportados) desde el 1 de marzo de 2020 hasta el 31 de dic. de 2021. El eje horizontal muestra el dato de pruebas totales por mil habitantes reportadas hasta el 31 de dic. de 2021, transformando mediante el logaritmo natural para comprimir la distribución dada la presencia de países con valores muy altos de pruebas por mil habitantes. Las líneas punteadas marcan el promedio para cada indicador (antes de la transformación logarítmica para las pruebas).

• La segunda ola de la epidemia representó el momento de mayor mortalidad en México, con un máximo de muertes diarias en enero de 2021 que superó1.8 veces los picos de la primera y tercera olas. La Ciudad de México y su zona conurbada contribuyeron desproporcionadamente a la muy alta mortalidad de esta segunda ola.

• Pese a la vacunación y otros factores atenuantes, la tercera ola de mediados de 2021 produjo en su momento más álgido tantas muertes como la primera (en números absolutos), aunque su duración fue más breve y el descenso en las muertes tras el pico, más profundo. En términos relativos, en esta tercera ola, la letalidad registrada se ubicó por primera vez debajo del 10% (muertes por COVID-19 reportadas en el Sisver entre casos positivos reportados en el mismo sistema).

• De manera comparada, la letalidad reportada a fines de 2020 en Argentina, Brasil y Estados Unidos se ubicaba en 1.9, 1.5 y 1.2%, respectivamente. La diferencia respecto a México es un reflejo tanto de los bajos niveles de detección de casos en el país (un denominador más pequeño) como de deficiencias en la atención de la población enferma.

• En el segundo semestre de 2021, la letalidad permaneció en números altos para estándares internacionales, con un promedio de 5.8 por cada 100 casos confirmados. La tasa finalmente se redujo en forma considerable a partir de mayo de 2022, manteniéndose por debajo del 1% de los casos registrados.

• Uno de los rasgos distintivos de la gestión de la emergencia en México fue el mantenimiento deliberado, en el nivel nacional, de una política restrictiva para la detección y registro de casos de COVID-19, limitada a propósitos de vigilancia pasiva del curso de la epidemia a escala agregada.

• La ampliación en la capacidad de detección y registro del Sistema de Vigilancia Epidemiológica a lo largo del tiempo fue relativa e insuficiente para acercar a México a los promedios mundiales.

Muertes en exceso

Muertes por COVID-19 registradas en la vigilancia epidemiológica, en actas de defunción y muertes en exceso totales

Fuente: Secretaría de Salud, Instituto Nacional de Salud Pública e INEGI. Cifras de exceso de mortalidad con base en canal endémico (defunciones observadas menos esperadas según la mortalidad en 2015-2019). El dato de muertes totales por COVID-19 que se reporta se funda en la revisión de la causa de muerte asentada en las actas de defunción, a partir de la base del registro civil administrada por el Renapo.

• A la semana de cierre oficial de la emergencia sanitaria, la pandemia de COVID-19 dejó en México 808,619 muertes en exceso, equivalente al 0.64% de la población del país reportada por el censo de 2020. En otras palabras, aproximadamente 6.4 de cada mil mexicanos fallecieron a consecuencia de la pandemia.

Las cifras de las seis olas de la pandemia en México

Fuente: Cálculos propios con base en el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de la Secretaría de Salud y los datos abiertos de exceso de mortalidad en México. La positividad promedio representa el porcentaje de casos estudiados mediante prueba diagnóstica que resultaron positivos al virus SARS-CoV-2 y fueron reportados en el SISVER. La tasa de hospitalización se calcula dividiendo los casos de pacientes hospitalizados con COVID-19 confirmado entre los casos totales. La de letalidad se basa en las muertes por COVID-19 reportadas en el SISVER, entre los casos confirmados en el mismo sistema. La tasa de letalidad hospitalaria se calcula dividiendo los pacientes hospitalizados con COVID-19 que murieron entre el total de casos hospitalizados. El subregistro de muertes representa la diferencia entre las muertes totales por COVID-19 según las actas de defunción y las reportadas en el SISVER, dividida entre las muertes totales. Las cifras de exceso de mortalidad mostradas corresponden a las ocurridas por encima de las muertes esperadas con base en canales endémicos.

• Durante 2020 y 2021, la carga total de mortalidad provocada por la pandemia en México se mantuvo entre dos y tres veces por encima de lo que se reportaba en esos momentos.

• Durante el primer semestre de 2020, las autoridades consideraron como escenario más probable uno en el que el país sufriría alrededor de 12,500 muertes por la epidemia; en uno grave, se podría llegar alrededor del doble. En junio de 2020, mencionaron que en un escenario “muy catastrófico” e improbable, se podría llegar hasta las 60 mil muertes. En retrospectiva, es posible apreciar que, al momento del pico de la primera ola, el país tenía ya más del doble de muertes en exceso (132 mil) en comparación con esa estimación.

• La discrepancia entre las estimaciones gubernamentales, presentadas como certezas matemáticas, y la realidad epidémica dejó a la ciudadanía sin información certera sobre el riesgo real que proviniera de las autoridades